Necesito que las agujas vuelvan a girar, que el tiempo salte hacia donde el futuro espera, necesito que todo cambie cuanto antes o se desatara el infierno, lo estoy sintiendo.
Puedo olerlo en el aire, el aroma rancio de los días que pasan arrastrando, de camino al lugar donde dante perdió la realidad rodeado de hojas secas, todos los indicadores están rodeándome y el calor me agobia.
No puedo evitar preguntarme en que momento cambio todo, ¿en que parte el sendero se desvió?, ¿cuando la realidad empezó a volverse amorfa y se resquebrajo formando figuras grotescas?.
¿Desde cuando el vació se hizo dueño y señor de todo lo presente? heraldo, susurrador y profeta de puertas cerradas, almas estériles e imágenes desoladoras.
Es imposible predecir los cambios, como ondas en el tejido de la vida misma que suceden sin previo aviso pero cuyas consecuencias perduran en el tiempo como replicas de un terremoto.
Vuelvo la vista atrás y veo como no puedo reconocer un solo punto aunque sea el mismo camino, todo parece arrasado por un volcán creado desde el interior del alma del mundo para arreglar lo que agoniza y dar paso a las cicatrices y a la piel nueva, intentando restablecer el equilibrio que rompimos siendo nosotros mismos.
Cuantas cosas pueden cambiar en unos meses, en unas semanas o en solo un fin de semana, la fuerza desencadenante de todas las causalidades y consecuencias convergen, y en un abrir y cerrar de ojos te encuentras en un lugar completamente desconocido, solo, aterrado y sin rumbo.
Ojala pudiera decirte lo que te echo de menos a pesar de que todo esta claro, ojala pudieras saber lo que has significado y aun significas para mi y que en ocasiones has dudado tanto, ojala las circunstancias fuesen otras, la situación diferente, y nosotros mas fuertes. Solo se que los cambios sucedieron, la realidad recupero su equilibrio arrasando planos y existencia, todo acabo para que pudieras empezar de nuevo con tus sueños, tus obligaciones y tus creencias. Para que pudieras decir fin y renacieras de nuevo, cuanto mas lejos del pasado y de este sendero gastado mucho mejor.
Yo no tengo rumbo ni rosa de los vientos que me guíe, y mi camino esta difuso, no reconozco el trayecto a mi espalda y la noche es demasiado profunda para ver que tengo delante, por lo que he tenido que pararme a respirar un tiempo hasta que todo se aclare. Y aquí sentado al menos tengo tiempo para pensar en ti y todo lo que fue, las oportunidades que me diste y las circunstancias, desde aquí solo puedo seguir observando como cada vez estas mas y mas lejos, que casi ya no puedo sentirte en mi propia realidad, pero dentro de mi sigo echándote de menos dia y noche.
Y cuando ya no pueda sentirlo, entonces sabre que he llegado al final...